Disfrutando de la cena y de la compañía (Foto: Elvira Casado) |
Está claro. No nos echan de Peñalba ni con agua caliente. Bueno, en este caso, ni con agua de lluvia y un viento de agárrate y no te menées. Ayer celebramos el tradicional Magosto y la verdad es que las patatas no fueron las únicas en estar un rato a remojo. Suerte que salió en procesión el tradicional "karpatazo", que se resistió un poco a la hora de ser colocado. La lluvia comenzó a mediodía y sólo nos dio una pequeña tregua durante la hora de la cena. Consistió, como normalmente, en cachelos con chorizo, empanada, los boquerones viajeros (traídos desde Madrid gracias a Gonzalo y Pura), el fantástico bizcocho de Andrés y, como no, las castañas -que para eso nos juntamos, ¿no?-
La noche fue un éxito. Como siempre. Por eso, desde la Asociación "Valle del Silencio" queremos daros las gracias a las más de cien personas que nos acompañasteis contra viento y marea. Este año, desgraciadamente, no estaba el tiempo para queimadas, ni para conciertos de gaitas ni para cánticos populares. Así que después de comer, beber y charlar nos refugiamos en la estufa más cercana: la de La Cantina. Unos aguantaron más que otros pero, en definitiva, nos juntamos un rato, disfrutamos y ampliamos, poco a poco, esta gran familia.
El castañero asando las castañas (Foto: Elvira Casado) |
Me alegro mucho que lo hayáis pasado bien,son costumbres que no hay que dejarlas perder,en La Cabrera se empezó a celebrar hace 4 años y cada vez va a más,lo organizamos las asociaciones de varios pueblos,y se hace cada año en un pueblo a ello se añaden ciertas cosas,por ejemplo visitar las antguas fraguas con demostracion de como funcionaban,este año fue en Quintanilla de Yuso (Truchas) en fin, varía un poco de cada lugar pero el fin es el mismo,no perder nuestra identidad.
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo, Armando. Lo importante es reunirse y disfrutar para que las tradiciones no caigan en el olvido. Esperamos que vosotros también sigáis con ello durante muchos años.
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